Aprende a vivir en el presente

Sep 30, 2020

Hoy me encontré esta frase, me imagino que es bastante común, la dijo un amigo muy querido al que admiro realmente después de 18 años de sobriedad y haber creado una familia hermosa y una vida como él dice: llena de colores, sabores, subidas y bajadas. ¡Un día a la vez y para siempre!

 

Aunque la frase sea común, lo que no es común es encontrar personas que la digan desde el corazón y sabiendo lo que implica sentirla en cada célula y no sólo en la mente. No es común que realmente nos rindamos a abrazar las experiencias que vivimos cada día y podamos sentir en la piel la gratitud por haber sido nosotros mismos los que creamos cada una de nuestras realidades.

 

No es común que tomemos responsabilidad de nuestra propia vida, es más común que dejemos que otros decidan por nosotros y que los culpemos por ello. Y es aún menos común crear realidades increíbles y poderlas ver, vivir y disfrutar.

 

Estoy viviendo en la selva, junto a un río, en una comunidad de gente hermosa y conectada en donde mi hijo es más libre, más independiente y más seguro de sus decisiones que nunca, tengo un trabajo que amo y un equipo de gente que lo hace fluir, un hombre que me apoya y a toda mi familia en este plano (aunque no los tenga cerca).

 

Ayer a las 7 p.m. nadaba en una piscina de agua salada y tibia con mis dos hombres viendo las estrellas y me descubrí preocupada por lo que va a pasar la próxima semana cuando tenga que viajar 45 minutos diarios para llevar a mi hijo a la escuela, ¿qué va a pasar con mis clientes que veo en persona? En dónde los voy a atender en San José, cuál será el espacio “ideal”. Falta una semana y no lo he encontrado todavía.

 

Mi mente con todo su poder y sus grandes mañas comenzó a sacarme del espacio en donde estaba, el espacio de confianza y gratitud que vivía y me llevó a un estado de preocupación por algo que todavía no existe. Me di cuenta que yo misma estaba resistiéndome a lo nuevo, que una parte de mi todavía no se rendía a vivir la experiencia que yo misma construí por años.

 

Así es como funciona nuestra mente: Tiene un mecanismo para protegernos de todo lo que está afuera, de todo lo que puede hacernos “daño”. Se conecta con las historias que nos acompañaron desde niña y con sus personajes, abriendo la puerta de los miedos y son ellos los que crean las barreras que nos “protegen”, que impiden que no nos rindamos a la experiencia como cuando nos tiramos de una resbaladilla o un paracaídas.

 

Yo a pesar de tener lo que el 99% de la gente en el planeta quiere, tengo que estar observando a mi mente para que no me impida seguir confiando, creando experiencias que me lleven al siguiente nivel en mi evolución. La única forma de evolucionar es confiar, dejar de protegernos de fantasmas que no existen, que nunca han existido y abrir el corazón para rendirnos a vivir plenamente las experiencias que nosotras y sólo nosotras decidimos crear.

 

Como lo he dicho varias veces: el que diga que no tiene miedo ¡Es el principal sospechoso!

 

El tema no es no tener miedo sino vivir el momento presente, un día a la vez con gratitud, honestidad, sin drama y confiando con el corazón abierto. Así no podremos más que crear un brillante para siempre.

#viveelpresente #miedo #vida #serfeliz #aprenderavivir

Si quieres saber más te invito a esta experiencia:  

RETIRO SANA LA RELACIÓN QUE CONDICIONA TODAS LAS DEMÁS