No esperes más y empieza a crear tu futuro

El tiempo pasa cada vez va más rápido. El mundo ya no puede esperar a que nosotras sigamos esperando. Ya no podemos darnos el lujo de esperar a que se resuelva la situación económica, nuestra salud o que aparezca una relación maravillosa del cielo. Pasamos la vida esperando que las cosas nos lleguen sin tomar la responsabilidad de conducir nuestro propio vehículo.

¿Qué prefieres? ¿Esperar a que la vida te ponga enfrente lo que tú piensas que necesitas de acuerdo a tus creencias limitantes o crear la realidad que tú quieres dirigiendo tus partículas con conciencia, con intención y desde la sabiduría de tu corazón?

Cada vez que cedemos el poder de conducir, alguien más lo hace por nosotros y nos decepcionamos por no obtener lo que realmente queremos. A veces conducimos nosotras, pero nos dirigimos a lugares en los que no queremos estar, creyendo que son los correctos.

Cuando conducimos, indudablemente llegaremos a algún destino, la pregunta es cuál es el combustible que mueve mi vehículo.

Muchas de nosotras hemos sentido en algún momento el llamado para seguir lo que mi alma realmente desea, para conducir mi propia vida y dejar de esperar, pero entramos en duda, y lo bloqueamos porque nuestro cerebro comienza a cuestionarse:

•  Nos enredamos en una conversación de ganar o perder, por ejemplo: “Si me afirmo en mi poder y mi luz, voy a perder los pies en la tierra”. “Puedo tener un súper trabajo o una súper relación, pero no las dos cosas”.

•  Nos paralizamos con el peso del perfeccionismo, por ejemplo: “No puedo hacer eso porque no se lo suficiente, tengo que aprender mucho más hasta tener el mensaje perfecto, o la página web perfecta o el blog perfecto, con las palabras perfectas”.

•  Comenzamos a compararnos con otras mujeres: las más populares, las más poderosas, o las que “si saben cómo hacerlo” y al hacerlo nos disminuimos por no sentirnos suficientes.

Es normal entrar en duda, es normal que nos sucedan estas cosas porque están sostenidas en nuestras creencias. Nos dijeron miles de veces que todo tenía un precio y nos lo creímos; perdimos mucha de nuestra energía y poder en el proceso.

Dejamos de emocionarnos por nuestras grandes ideas, paramos de crear para comenzar a esperar, haciéndole daño también al mundo porque lo privamos de nuestra sabiduría intuitiva.

Trasciende las historias de tu mente que te mantienen pequeña y comienza a conducir, a crear, a apasionarte y a disfrutar como una niña, pero con la sabiduría de tu diosa consciente y madura.

Deja de conducir sólo por conducir y disfruta del trayecto con neutralidad; conduce sin quejas, sin juicio, sin drama para poder observar realmente que es lo que hay en el camino.

Podemos conducir por horas sin llegar a ningún lado o podemos estar esperando “detenidas” en una luz roja, cuando sin pensarlo aparece lo que realmente necesitamos.

Cada minuto que pasas juzgando a otra persona o a ti misma y pensando en cómo “deberían” ser las cosas, es un minuto que pierdes para crear tu realidad y la de lo que te rodea”. Es un minuto que pierdes para llegar al destino que solo a ti te hace feliz.

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